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3 de abril del 2022 | Jeremías 2:1–13
Aunque un gran porcentaje de personas afirman ser cristianos, muchos no asisten a una iglesia. El número de denominaciones está disminuyendo, al igual que las donaciones de la iglesia. Cada año, entre 6000 y 10,000 iglesias locales cierran sus puertas de forma permanente.
La fe en el único Dios verdadero también estaba disminuyendo en Judá en los días de Jeremías. ¡Trágicamente, la idolatría iba en aumento! Jeremías tuvo el desafío de entregarle a Judá, en su mayoría, malas noticias, no solo sobre lo que les sucedería (conquista y exilio), sino también sobre el por qué.
El pueblo de Judá había abandonado al Señor como una esposa que abandona a su esposo (vv. 1–3). Dentro del plan de Dios para el mundo, debían ser las “primicias de su cosecha” (v. 3). Él los había elegido y había hecho un pacto con ellos, pero ahora lo habían rechazado. Habían sido apartados como Su pueblo especial (Éxodo 19:5–6). Ahora estaban deshonrando ese llamado a través de la desobediencia y la idolatría.
Luego, Dios fortaleció Su acusación contra Judá a partir de la historia (vv. 4–8). Los había liberado de la esclavitud en Egipto. En respuesta, trágicamente, “rindieron culto a ídolos inútiles y ellos mismos se volvieron inútiles” (v. 5 NTV).
Finalmente, el veredicto se expresó directamente (vv. 9–13). El pueblo de Dios había hecho el peor trato de todos los tiempos. Habían cambiado “a su glorioso Dios por ídolos inútiles” (v. 11 NTV). Habían cambiado lo real por lo falso, lo glorioso por lo inútil, y el amor y el poder de Dios por nada. Habían abandonado a Dios, la “fuente de agua viva”, el manantial de vida y salvación (v. 13; ver también Juan 4:10–14). Estaban tan auto engañados que estaban tratando de reemplazarlo cavando sus propias cisternas (o pozos), es decir, estaban tratando de alcanzar la vida y la salvación por sí mismos. Por supuesto, fracasaron miserablemente.
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POR BRAD BAURAIN |
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El Dr. Brad Baurain ha trabajado como escritor y editor de Today in the Word desde 1993. Actualmente, se desempeña como profesor asociado y director del programa TESOL en Moody Bible Institute. Brad tiene el privilegio único de tener un título de cuatro universidades diferentes (incluida Moody). También ha enseñado en China, Vietnam, Estados Unidos y Canadá. Brad y su esposa, Julia, tienen cuatro hijos y residen en Munster, Indiana. |