Teoría de la conspiración

El jugador de baloncesto Kyrie Irving causó revuelo antes del Juego de Estrellas de la NBA del 2017 al revelar que creía en una tierra plana. Los terraplanistas, como se les llama, están convencidos de que la tierra es plana en lugar de redonda. Kyrie, junto con varios otros, ven la evidencia científica disponible de una tierra redonda como un engaño del gobierno.

A la gente le encanta las teorías de la conspiración, tal vez porque parecen más emocionantes que la verdad. Ese fue el caso del pueblo judío en la lectura de hoy. Habían acusado a Baruc de incitar a Jeremías a que los entregara a los babilonios (v. 3). Esta idea era ridícula. Tanto Jeremías como Baruc eran judíos leales. La gente sabía que Jeremías era un verdadero profeta, aunque no les gustara su mensaje. También sabían que Baruc había sido su amigo fiel y secretario durante muchos años. No había motivo para este engaño ya que los babilonios ya los habían dejado en libertad. Aún más, los babilonios no necesitaban su cooperación ya que habían ganado la batalla y podían hacer lo que quisieran.

¿Qué estaba pasando realmente? La gente estaba nuevamente rechazando la palabra del Señor. Después del asesinato de Guedalías, acudieron a Jeremías para preguntarle qué debían hacer. Prometieron hacer todo lo que Dios les dijera (Jeremías 42:1–6). Les dijo que se quedaran en la tierra y que Dios los bendeciría. Si iban a Egipto, morirían (Jeremías 42:7–22).

Como era de esperar, rompieron su voto (vv. 4–7). Eligieron una teoría de la conspiración sobre un mensaje directo de Dios. Peor aún, redoblaron la rebelión y la desobediencia. Con arrogancia (v. 2) acusaron a Jeremías de mentir y a Baruc de conspirar con los babilonios, luego los secuestraron y huyeron a Egipto.

• [Lectura ampliada: Jeremías 42–43] Es fácil preguntar: “¿Alguna vez aprenderán?” La verdadera pregunta es, ¿Aprenderemos alguna vez? ¿Qué es lo que Dios está tratando de mostrarnos, pero estamos con los ojos cerrados sin darnos cuenta? ¿Qué está tratando de enseñarnos, pero nos resistimos obstinadamente?